Mikel Legarda nació en Bilbao en 1956, más concretamente en Indautxu, donde transcurrió su infancia, su adolescencia y parte de su juventud, pero reside en Gasteiz desde hace más de 30 años. Allí se siente en casa, Araba es su sitio, pero sigue considerándose “de Indautxu; las cosas como son”, dice. Está casado y tiene dos hijos.

De perfil técnico y con una amplia trayectoria en las entrañas de la administración vasca, Legarda es un jurista reconocido. No en vano, quienes le conocen dicen de él que “se sabe hasta las comas del Estatuto de Gernika, de la Constitución y de todo lo que tenga que ver con el autogobierno y el desarrollo autonómico”.

Estudió en el colegio Jesuitas de Indautxu y posteriormente se licenció en Derecho por la Universidad de Deusto. A partir de ahí comienza su carrera profesional, siempre ligada a los servicios jurídicos centrales del Gobierno Vasco, donde es letrado desde 1983. Concretamente, desde mayo de aquel año; una fecha que recuerda muy bien porque, como buen aficionado al fútbol, “fue justo después de que el Athletic se proclamara ganador de la Liga”.

No obstante, ha combinado su labor con distintos cargos de designación. Entre ellos, destaca el de viceconsejero de Seguridad con el lehendakari Ibarretxe, cargo que ocupó durante 10 años. Además, Legarda ha sido asesor de Asuntos Constitucionales, director de Transferencias, y director de Desarrollo Autonómico y Régimen Jurídico en el Gobierno Vasco. En la actualidad sigue vinculado a Lakua, donde es asesor para asuntos parlamentarios del Gobierno Vasco, en el departamento de un exdiputado, Josu Erkoreka, ahora consejero de Justicia y Administraciones Públicas.

Legarda formalizó su afiliación a EAJ-PNV en 1997, en la organización municipal de Abendaño-Gasteiz. Y fue miembro de la Asamblea Nacional en 2011.

De sus distintas etapas en servicios especiales Mikel recuerda especialmente su labor durante los años 2008 y 2012, que coincidió con la segunda legislatura de Rodríguez Zapatero como Presidente del Gobierno español. “Gracias al grupo parlamentario en Madrid, y como consecuencia de la debilidad del gobierno Zapatero, conseguimos transferir a Euskadi competencias importantes. Desde un punto de vista técnico el trabajo fue duro, pero muy satisfactorio”, asegura. A pesar de ello, admite que le queda la “espina” de no haber podido formalizar las transferencias de autopistas, “muy avanzada, estaba ya prácticamente cerrada, pero que quedó pendiente por el adelanto electoral que se produjo en noviembre de 2011”, lamenta.

Mikel es una persona muy trabajadora y ordenada y cuando levanta la cabeza de los textos legislativos le gusta escuchar música. “Escucho un poco de todo y me gusta conocer cosas nuevas”, confiesa. También le gusta la lectura y, sobre todo, caminar. “Caminar por el monte, por la playa o por el campo; en definitiva, estar en contacto con la naturaleza”, dice. Cuando no está de paseo, se le puede encontrar visitando alguna exposición de pintura, otra de sus aficiones. Sin olvidar los viajes. “Me gusta mucho viajar, la carretera, conocer sitios y siempre distintos”, dice. También disfruta con los deportes, sobre todo con el fútbol.

Ahora es cabeza de lista por Araba a las elecciones generales del próximo 20 de diciembre. Será su vuelta al otro lado, al lado público, desde que fuera viceconsejero de Seguridad. “No me gustan mucho las fotos ni los focos, pero a todo se acostumbra uno”.

• Una película: Iran Taxi
• Un libro: La inmensa soledad, de Frédérick Pajak
• Una serie de TV: El ala oeste de la Casa Blanca
• Un deportista: George Best, extremo de la selección norirlandesa
• Un artista: Mark Rothko / Oteiza
• Un escritor: Jorge Luis Borges
• Un actor/actriz: Cualquiera de la escuela inglesa de teatro
• Un personaje histórico: El pueblo vasco en sí mismo
• Un referente político: Winston Churchill durante la Segunda Guerra Mundial
• Un deseo: Que todo vaya bien en lo particular y en lo general
• Una app de móvil: El teléfono con todas sus aplicaciones
• Un refrán: Non gogoa han zangoa
• El mejor consejo que le han dado: Bueno, no es para tanto